Castillo de Escornalbou, Riudecanyes

El Castillo de Escornalbou es un castillo singular, tanto por su construcción y el color rojizo de sus piedras, como por el lugar donde se encuentra, enclavado en la colina de Escornalbou.
Desde aquí tendréis unas vistas estratégicas hacia el Camp de Tarragona, las playas de la Costa Dorada y las montañas del Priorat.

A principios del siglo XX Eduard Toda lo restauró y convirtió este antiguo monasterio en su residencia, hoy casa museo. Visitar el Castillo de Escornalbou es una buena propuesta para hacer en familia. Para entrar dentro del castillo hay que concertar una vista guiada. (Se recomienda llamar por teléfono para reservar la visita).

Para nosotros es un lugar especial y tiene algo que nos atrapa. Nos queda relativamente cerca de casa y con el coche es un momento. Vamos bastante a menudo, su entorno, su vegetación y sobre todo sus colores siempre nos sorprenden. Nos gusta observar cómo cambia el color de la piedra roja, la encontraréis prácticamente en todas sus construcciones, a medida que va bajando el sol. La puesta de sol desde aquí es espectacular.

Desde el Castell de Escornalbou hay diferentes itinerarios para disfrutar del entorno paisajístico del recinto: la plaza, la fuente del Sarraceno, el paseo de los frailes, la ermita de Santa Bárbara y el propio entorno de la montaña. No es necesario que los hagáis todos, porque no se trata de un recorrido circular, y así podréis una excusa para volver otro día.

El Castillo de Escornalbou se encuentra en el municipio de Riudecanyes. Desde el núcleo urbano, hay que tomar la carretera de unos 3,5 KM que se dirige directamente al castillo.
Delante del mismo castillo encontraréis una explanada donde se puede aparcar el coche gratis.