Un laberinto de maíz de más de tres hectáreas en el Baix Empordà, una aventura para toda la familia

Si estáis buscando una experiencia auténtica para vivir en familia esta idea es para vosotros. Os proponemos entrar en un laberinto de maíz y jugar a encontrar la salida. Aquí, la diversión está garantizada. El Laberinto de Can Pujol tiene una extensión de tres hectáreas y medio, así que encontrar la única salida que existe es todo un reto que pondrá a prueba el sentido de la orientación. Durante el recorrido tendremos el mismo dilema una y otra vez: ¿giramos hacia la derecha o hacia la izquierda? Por este camino ya hemos pasado, ¿no?

Las pistas para abrir el cofre
Desde el Laberinto Can Pujol todavía nos plantean otro reto: encontrar ocho carteles dentro del laberinto con un animal dibujado. Debajo de algunos animales hay una palabra que deberemos apuntar en un papel, y debajo de otros animales hay una pregunta con tres opciones de respuesta. Deberemos escoger la que nos parezca correcta y apuntar en el papel el número que hay junto a la respuesta que hemos elegido. Al final del recorrido, cuando ya estemos a la salida, encontraremos un cofre y si hemos resuelto bien todas las preguntas, ¡podremos abrirlo! Y tendréis una pequeña recompensa...

Nuestra experiencia: el sentido de la orientación, una asignatura pendiente
Los campos de maíz siempre los habíamos visto desde la carretera y nunca nos habían parecido tan altos... Una vez dentro, nos pasaban medio metro y bien perdidos como estábamos, dando vueltas como peonzas, teníamos la sensación de estar dentro de la selva más profunda. Perdimos la cuenta de las veces que nos encontramos caminos sin salida... pero de eso se trata, de jugar, de seguir nuestra intuición, y de reír una y otra vez...

Marc, el responsable de Laberinto Can Pujol ya nos dijo que el tiempo aproximidad hasta encontrar la salida sería de una hora. Y nos quedamos bien parados. ¿Una hora? ¡Pues vamos! Y cuando ya hacía algo más de una hora que dábamos vueltas por el laberinto, empezamos a oír voces y a ver la casita de lejos... estábamos tan desorientados que pensamos que habíamos vuelto a al punto de inicio... pero no, ¡era la salida! jajaja

La luz de la última hora de la tarde caía sobre los campos de trigo y al fondo, el Castillo de Torroella de Montgrí. Desde ese punto, no se ve ni la carretera, ni ningún coche. Hay un cobertizo diseñado con mucho gusto, y todos los detalles muy pensados. Y sí, aquí se puede hacer una cervecita bien fresquita. El laberinto de Can Pujol es un tesoro escondido de la Costa Brava para todas aquellas familias que nos gusta realizar actividades al aire libre y disfrutar de la naturaleza. Una actividad ideal para hacer en familia y con los amigos. 

La familia Pujol y cómo llegar al laberinto
La familia Pujol es la tercera generación en el mundo agrario-ganadero. También gestionan unos apartamentos de turismo rural en la Sierra de Daró y este julio del 2022, han decidido añadir una actividad complementaria: el Laberint Can Pujol.