Busca las señales. Detiene el acoso

El acoso escolar es un tipo de violencia que puede ser invisible, pero deja señales. ​El Gobierno ha puesto en marcha una campaña para luchar contra esta lacra, que pone el énfasis en las señales de alerta para aumentar la detección precoz. Todos los centros educativos catalanes recibirán los carteles de la campaña, que incluye también spots televisivos y para las redes sociales. Según los datos registrados en Cataluña, en tres cursos aumentó un 200% el número de casos atendidos de acoso escolar.

En este sentido, la consejera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó, destaca que "hay que erradicar esta lacra y, para conseguirlo, la detección precoz es clave". “Busca las señales. Detiene el acoso” es el lema de la campaña, que se dirige al alumnado ya las familias, y que incluye una nueva web con recursos e información con recursos e información.

El spot de televisión y para las redes sociales se centra en dos alumnos a los que el acoso persigue todo el día, ya que no pueden dejar de visualizar los insultos y las vejaciones que reciben en objetos cotidianos como un tetrabrique de leche, una parada de autobús o el despertador. Se pretende representar así la carga psicológica devastadora para la autoestima que sufren las víctimas.

También se han diseñado carteles para la vía pública, que se repartirán en todos los centros educativos catalanes y se ha puesto en marcha una nueva web con recursos e información.

La nueva web assetjamentescolar.gencat.cat incluye ejemplos de indicios que nos pueden dar la pista que estamos ante el caso de acoso de un niño o joven. Por ejemplo, en el centro educativo, un cambio drástico en el rendimiento y la motivación académica; alteración repentina emocional que se refleja en su comportamiento; desaparición o ruptura de sus pertenencias personales; exclusión por parte del grupo; o marcas físicas o autolesiones.

También se describen las señales que se pueden detectar en casa y deben poner en guardia a padres o familiares. Por ejemplo, que el niño o adolescente manifieste problemas psicosomáticos, como dolor de estómago, problemas de sueño, ansiedad, angustia, trastornos alimentarios, etc. También evidencias físicas como heridas, marcas, morados, quemaduras, autolesiones; cambios de comportamiento (no querer ir a la escuela ni realizar actividades sociales y mostrar sentimientos de irritación y frustración, estar distante, alineado...); ponerse en estado de alerta o alarma constantemente frente a los aparatos electrónicos; mostrar actitudes depresivas o de frustración después de utilizar el ordenador o después de un mensaje o una llamada.

La nueva web también contiene un listado de los recursos que el centro, las familias y cualquier miembro de la comunidad educativa puede activar.

Según datos de la Unidad de Apoyo al Alumnado en Situación de Violencia (USAV) y del Registro de Violencias contra el Alumnado (REVA), se han atendido 2.206 casos de presunto acoso escolar desde el curso 2020-2021, cuando se puso en marcha la USAV. Los datos registrados apuntan a un aumento de un 200% del número de casos en tres cursos, de 2021-2022 a 2023-2024. El motivo del aumento sostenido de los casos no es necesariamente un crecimiento de la violencia en los centros, sino el incremento en la sensibilización sobre el acoso y mecanismos de detección.

La Unidad de Atención al Alumnado en situación de Violencia acoge todas las verbalizaciones que vive o ha vivido el alumnado, tanto dentro como fuera del centro educativo, y pone en marcha los circuitos correspondientes con el centro educativo para acompañarle en el abordaje de esa violencia a través de un protocolo. Además, Educación y Formación Profesional dispone del Registro de Violencias contra el Alumnado. Se trata de una base de datos que recoge las situaciones de violencia que vive el alumnado, facilitando la gestión de los casos y permitiendo disponer de un registro estadístico único, entre otros.

Texto: Departament d'Educació i FP