1 día
2 días
7 díasUn lugar para descubrir pinturas de bronce
Albinyana
Podréis descubrir diferentes figuras en las paredes de esta cueva que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
¿Queréis visitar una cueva con unas cuantas pinturas de la época del bronce? Tenéis la oportunidad de hacerlo en Albinyana, en la sierra del Quadrell, donde encontraréis la sorprendente cueva de Vallmajor, descubierta en 1959 y que desde 1998 está integrada en la lista de cuevas del arco mediterráneo de la península designadas Patrimonio de la Humanidad. El acceso a las cuevas es libre, aunque las pinturas están protegidas por un cercado.
¿Queréis visitar una cueva con unas cuantas pinturas de la época del bronce? Tenéis la oportunidad de hacerlo en Albinyana, en la sierra del Quadrell, donde encontraréis la sorprendente cueva de Vallmajor, descubierta en 1959 y que desde 1998 está integrada en la lista de cuevas del arco mediterráneo de la península designadas Patrimonio de la Humanidad. El acceso a las cuevas es libre, aunque las pinturas están protegidas por un cercado.
La entrada de la cueva es amplia y da acceso a unas galerías que tienen una pendiente descendente y que llevan hasta la sala, de nueve metros de largo por dos y medio de ancho, donde se encuentran las pinturas, datadas de hace unos 3.500 años .
Veréis diecisiete figuras de animales, de tipo esquemático, que representan ciervos y caballos. Si se fija bien, también encontrará, entre otros, arcos y una cruz dentro de un círculo. Además, en la cueva se han realizado hallazgos arqueológicos de cerámica, sílex, hueso y metales, que puede ver si visita el Museo de Arqueología del Vendrell.
La ruta tiene un aliciente especial para los niños, ya que hay que seguir las marcas de murciélagos rojos que encontraremos pintadas en las piedras y en el suelo.
Se puede salir desde la ermita de Sant Antoni, situada en lo alto del pueblo, desde donde ya veremos la cueva al otro lado de la montaña. Parece estar lejos, pero no lo es tanto.
Desde allí un sendero estrecho nos hará bajar hasta el camino que seguiremos hasta la cueva estando siempre pendientes de los murciélagos!!
La ruta es llana, aunque a medida que nos acerquemos a la cueva el camino se hace más estrecho hasta que se convierte en un auténtico camino de cabras. Así que, cuidado.
Veréis diecisiete figuras de animales, de tipo esquemático, que representan ciervos y caballos. Si se fija bien, también encontrará, entre otros, arcos y una cruz dentro de un círculo. Además, en la cueva se han realizado hallazgos arqueológicos de cerámica, sílex, hueso y metales, que puede ver si visita el Museo de Arqueología del Vendrell.
La ruta tiene un aliciente especial para los niños, ya que hay que seguir las marcas de murciélagos rojos que encontraremos pintadas en las piedras y en el suelo.
Se puede salir desde la ermita de Sant Antoni, situada en lo alto del pueblo, desde donde ya veremos la cueva al otro lado de la montaña. Parece estar lejos, pero no lo es tanto.
Desde allí un sendero estrecho nos hará bajar hasta el camino que seguiremos hasta la cueva estando siempre pendientes de los murciélagos!!
La ruta es llana, aunque a medida que nos acerquemos a la cueva el camino se hace más estrecho hasta que se convierte en un auténtico camino de cabras. Así que, cuidado.
Cómo llegar
