Desembocadura del río Sénia

Los últimos metros de este río, laguna de rambla, acogen muchas especies vegetales y animales

La desembocadura del río Sénia es un espacio especialmente recomendable si deseáis introducir vuestros hijos en la fauna y la flora de las zonas húmedas. Es un espacio cómodo, en el que no hay que caminar mucho para observar diferentes especies. De hecho, este paraje ha sido catalogado de interés natural y paisajístico, precisamente, por la gran variedad de plantas y animales. Por ejemplo, su situación entre el Delta del Ebro y la Albufera de Valencia lo convierten en lugar de parada para muchas aves migratorias.

Aquí, el río Sénia, que en muchos de sus tramos es habitualmente seco, tiene forma de lo que se denomina laguna de rambla, es decir, es más ancho que un río normal debido a las aportaciones de agua de mar desde los acuíferos. Es por eso que veremos mucha vegetación propia de lagunas, como el carrizo, la enea, los juncos, los fresnos y los sauces blancos. 

En cuanto a la fauna, si estáis al acecho observaréis sapos, pollas de agua, gaviotas, cuervos marinos y, si tenéis un poco de paciencia y suerte, tortugas mediterráneas.