El Estany de Puigcerdà es una de esas visitas obligadas si vamos a la Cerdanya y es también uno de los lugares más típicos para pasear con calma y disfrutar del paisaje. Un oasis de calma. Se puede dar una vuelta recorriendo todo el estanque. Durante el itinerario os encontraréis diferentes paneles informativos de flora y fauna con fotos de las aves o los peces que se pueden ver. Aquí los niños podrán correr sin ningún peligro. Durante los meses de julio y agosto se puede navegar con las barcas, y si visitáis el estanque en invierno es muy probable que encontréis el parque nevado y el estanque bien helado.
Justo al lado del Estany de Puigcerdà encontraréis el parque Schierbeck con una zona de juegos infantiles y un jardín botánico.