Ganaderos por un día
Molló
Casi podemos decir que hemos hecho de ganaderos tradicionales para un día. La aventura ha comenzado acariciando y dando pienso a un pequeño potro. Hemos subido por las montañas y Nil ha jugado con un rebaño de cabras y, osado y atrevido como es, también les ha dado de comer; hemos podido ver de cerca a las vacas como pastaban tranquilas y felices, y a la vuelta, hemos llamado a los tres burros que viven en Can Pastoret.
Durante toda la visita, Guillem también nos ha explicado que los terrenos donde trabajan ocupan 300 hectáreas, y que están empezando a cultivar patatas.
De manera muy didáctica, nos ha hablado de las particularidades que tiene dedicarse a la ganadería tradicional en una mañana soleada.
Una experiencia fantástica para vivir en familia y que recomendamos mucho.
La visita ha continuado con una comida-menú degustación de los productos de Can Pastoret, así como de los productos locales y de proximidad. Ensalada de tomates, embutidos, quesos, 'pinchos' de potro y bistec de ternera. Buenísimo!