Pasea sin prisa por sus calles medievales
Pals
El recorrido sin prisa por las calles de Pals os llevará, además de la iglesia y el castillo, por la plaza Mayor, las tumbas visigóticas, la muralla, los palacios y caserones... Sobre todo, no os pierdáis ningún detalle: veréis arcos de herradura, bóvedas de piedra, portaladas y ventanas románicas y góticas, pequeñas esculturas esculpidas en las paredes que esconden leyendas e historias que se pierden en la noche de los tiempos... Antes de iros podéis pasar un rato en uno de los rincones más bonitos del pueblo, el mirador de Josep Pla, desde donde podréis contemplar el entorno, con el macizo del Montgrí y las Islas Medas de fondo. Una vez visitado Pals, será complicado que no lo consideréis uno de los pueblos más bonitos del país, ¡os lo podemos asegurar!