Cogemos contacto de forma suave con la alta montaña
Gósol
O quién sabe, si véis alguno, podéis sentiros afortunados! Son pájaros pequeños, tienen la parte superior de la cabeza de color negro y una mancha blanca en la nuca. ¡En época de celo cantan de manera insistente y su canto se escucha desde muy lejos!
Empieza la aventura
La excursión comienza desde el área de ocio de Font Terrers, a la que también se puede llegar caminando desde Gòsol (el trayecto es de una media horita, desde el Ayuntamiento, siguiendo los itinerarios GR-150 y GR-170).
Para llegar en coche hasta la Font de Terrers hay que ir en dirección a Josa de Cadí. Después de unos 2 kilómetros, aproximadamente, tomamos el desvío por una pista forestal que nos llevará hasta el área recreativa de Font Terrers.
Allí encontraremos paneles y carteles indicativos de una ruta que no tiene pérdida y que se puede seguir con relativa facilidad.
Cogeremos una pista que se adentra hacia el bosque de pino silvestre que hay delante del prado de Font Terrers, y al cabo de unos 500 metros atravesaremos otro prado.
A partir de este punto, iremos hacia la derecha y notaremos que el camino sube un poco. Si tenemos suerte, veremos alguna ardilla o alguna liebre; difícilmente zorros y menos jabalíes, aunque quizás detectemos que estos últimos han pasado porque el suelo quizás esté removido.
Poco a poco el camino se va haciendo más llano y abandonamos el bosque sombrío de pino silvestre para contemplar un magnífico prado alpino con la Cordillera del Cadí al fondo; una imagen que agradeceremos. Mirad hacia el cielo, ya que quizás nos pasa por encima un águila dorada.
A unos 300 metros veremos unas escaleras de madera que llevan al Tossal del Castillo de Termes, desde donde tendremos una panorámica sensacional del Valle de Gòsol y de toda la sierra del Cadí. Desde allí, volvemos a tomar el mismo camino por el que hemos venido.