Salto de Sallent

Un pueblo de postal y el salto de agua más alto de Catalunya. No nos negaréis que la excursión que os proponemos es de lo más atractiva. Además, sin mucho desnivel y bien indicada, es perfecta para hacer en familia.

Dónde comienza la ruta

La ruta se empieza en el gran parking de la entrada de Rupit, donde podréis dejar el coche. De entrada, dirigiros al centro del pueblo cruzando el famoso puente colgante y siguiendo en dirección a la iglesia, donde se encuentra la señal de inicio de la ruta. Mientras paseéis por Rupit no os perdáis detalle de este pueblo de casas de piedra y balcones de madera. Ya veréis que está muy bien cuidado y con muchos detalles por descubrir.

Saldréis del pueblo siguiendo la riera, que no perderéis de vista hasta llegar al salto. No olvidéis, sin embargo, de ir girando la vista de vez en cuando hacia el pueblo mientras se aleja, ya que tendréis imágenes de postal. También vale la pena, antes de llegar a la cascada, disfrutar de lugares atractivos, como el torrente de Saltiri, la fuente de Pomareda y los saltantes del Rodó.

Una vez en el salto de Sallent, debe llegar hasta el mirador, con unas vistas espectaculares sobre el salto y los riscos que le rodean. Eso sí, no siempre baja agua. Si tenéis la suerte de que haya, su visión es espectacular ya que la cascada es de 115 metros, ¡la más alta de Catalunya!

Como la ruta es circular, regresa por otro camino, el que sube a la derecha del salto, pasa por la ermita de Sant Joan de Fàbregas y no tarda en encontrar una pista asfaltada, la que nos llevará al pueblo. En total, unos siete kilómetros que se pueden realizar en dos o tres horas, en función del ritmo y las paradas.

Siempre os recomendamos que hagáis las excursiones con calma, parando para comer, beber y disfrutar del entorno. Si hacéis esta ruta en verano podréis remojaros en algunas zonas de la riera. Siempre, eso sí, debéis vigilar con los más pequeños, ya que es una zona de acantilados que pueden ser peligrosos.