1 día
2 días
7 díasAtractivo selecto
Rupit i Pruit
En Catalunya sólo hay doce pueblos que tienen el distintivo de Pueblo con Encanto de la Agència Catalana de Turisme. No es fácil entrar en este grupo tan selecto, ya que el jurado que lo decide está formado por expertos y profesionales de distintos ámbitos y los requisitos son bastante exigentes. Y uno de los que luce esta denominación es Rupit.
¿Queréis comprobar vosotros mismos, pasando un agradable día en familia, porque es uno de los escogidos? No tardaréis en entenderlo, y os lo podemos asegurar.
¿Queréis comprobar vosotros mismos, pasando un agradable día en familia, porque es uno de los escogidos? No tardaréis en entenderlo, y os lo podemos asegurar.
El puente colgante, la entrada al municipio
De entrada, por su entorno, verde y montañoso, donde está ubicado, en pleno Collsacabra. Una vez hayáis dejado el coche en el amplio aparcamiento de la entrada, que cuenta con un parque infantil, os sorprenderá el acceso al núcleo, ya que entraréis por un puente colgante. Construido en 1945 y restaurante en 1994, es oscilante, de modo que no saltéis demasiado si tenéis vértigo.
Es una manera divertida de entrar en un pueblo que enseguida os cautivará. Está formado por viejos casales de piedra del siglo XVI al XVIII, de los cuales no se puede perder detalle ya que muchos conservan todavía la fecha y el nombre de los fundadores y cuentan con escudos, bonitos portales y entradas, ventanas trabajadas y balcones de madera.
Destacan, por ejemplo, la Notaría Soler, Can Sallent, Ca l'Apotecari y la Ferreria. Pasead sin prisa, pasando por la plaza Mayor y por calles tan singulares como el del Fossar y el de la Iglesia, donde se levanta un interesante templo barroco. Una vez visitado, seguro que no os extrañará que Rupit sea uno de los pueblos más bonitos de Catalunya.
De entrada, por su entorno, verde y montañoso, donde está ubicado, en pleno Collsacabra. Una vez hayáis dejado el coche en el amplio aparcamiento de la entrada, que cuenta con un parque infantil, os sorprenderá el acceso al núcleo, ya que entraréis por un puente colgante. Construido en 1945 y restaurante en 1994, es oscilante, de modo que no saltéis demasiado si tenéis vértigo.
Es una manera divertida de entrar en un pueblo que enseguida os cautivará. Está formado por viejos casales de piedra del siglo XVI al XVIII, de los cuales no se puede perder detalle ya que muchos conservan todavía la fecha y el nombre de los fundadores y cuentan con escudos, bonitos portales y entradas, ventanas trabajadas y balcones de madera.
Destacan, por ejemplo, la Notaría Soler, Can Sallent, Ca l'Apotecari y la Ferreria. Pasead sin prisa, pasando por la plaza Mayor y por calles tan singulares como el del Fossar y el de la Iglesia, donde se levanta un interesante templo barroco. Una vez visitado, seguro que no os extrañará que Rupit sea uno de los pueblos más bonitos de Catalunya.
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