Unas huellas sorprendentes
Sant Mateu de Bages
¿Queréis ponerse en la piel de exploradores y arqueólogos? ¿Queréis descubrir unas huellas con 30 millones de años de antigüedad? Debéis ir al extremo oeste de la sierra de Castelltallat, cerca de la masía de Can Prat Barrina, una zona que en la prehistoria estaba llena de lagos y charcos de agua, y donde muchos animales iban a beber.
Uno de ellos era el Entelodon Magnum, un antecesor de los jabalíes, pero mucho mayor, que dejó un buen número de huellas fosilizadas, llamadas icnitas, sobre una plataforma caliza. Os sorprenderá su buen estado de conservación, que hace que sea uno de los mejores yacimientos paleontológicos de estas características.
Si os fijáis bien, veréis claramente tres huellas de pie con dos dedos, como las de un imaginario cerdo gigantesco. Lo podéis comparar con vuestras manos y se haréis una idea de las dimensiones del animal. Sin embargo, algunas están mejor perfiladas que otras en función de la consistencia del barro donde fueron grabadas. Realmente, un hallazgo espectacular que os hará sentir como si fueráis los rastreadores que los descubrieron.
Cómo llegar hasta las huellas fósiles
El yacimiento está junto al camino que baja de la Serra hasta Cal Prat Barrina, a la izquierda, antes de llegar al enlace con el camino de Pades de la Molsosa.