Una de las actividades clásicas de la Navidad para vivir en familia
Son muchos los pueblos y ciudades de todo el país que durante diciembre se transforman y se convierten en un pueblo de pesebre en el que representan algunas de las escenas bíblicas más conocidas y aprovechan también para mostrar oficios antiguos, ya desaparecidos, pero que durante muchos años llenaron de vida en todos estos pueblos.
Desde Escapadaambnens hemos preparado una lista con los mejores pesebres viviente que se representan en Catalunya para visitar con niños, pero evidentemente hay muchísimos más. Sea como fuere, aquí tienes una excusa perfecta para disfrutar del tiempo libre y de las vacaciones navideñas en familia.
1El Belén Viviente de Castell d'Aro, el más antiguo de Catalunya
El Belén Viviente de Castell d'Aro data de 1959. Lo que empezó como una propuesta del cura Gumersind a los habitantes del pueblo, se creciendo, hasta llegar a la actualidad, donde todo el núcleo del pueblo está todo cubierto de escenas.
2El Belén de las Estrellas, una de las más espectaculares
Con más de 26 ediciones, este pesebre viviente recrea escenas auténticas de la vida rural de antiguos pueblos de montaña, transportándote a una época donde el trabajo artesanal y los antiguos oficios eran el día a día.
En el recorrido, podrás ver la actividad del horno de pan, el trabajo del bastero y el arte del carpintero, todo ello con herramientas originales recuperadas de los antiguos habitantes de la zona. Esta inmersión en la historia no es sólo un regalo para los ojos, sino que también permite a los más pequeños aprender y comprender las raíces culturales de nuestro patrimonio.
3El Belén Viviente de Canyelles, la capital de la Navidad en Catalunya
Pasado el Belén Viviente, llega la Feria de Santa Lucía de Canyelles, una de las ferias más esperadas de Navidad y también una de las más espectaculares de Cataluña. Esta feria transforma Canyelles en la capital de la Navidad, ofreciendo a las familias una variada gama de productos navideños, decoraciones, y actividades festivas.
Aquí encontraréis las Ferias y los Mercados de Navidad más singulares de Catalunya, llenas de tenderetes tradicionales y experiencias mágicas que hacen vivir la Navidad de una manera especial. Ésta es la excusa perfecta para hacer una escapada en familia..., caminar por calles empedradas y dejarnos llevar por el olor irresistible de chocolate caliente y castañas tostadas.
4El Belén Viviente de Tona, alrededor del Castillo
El Belén Viviente de Tona te invita a sumergirte en la historia y la tradición de la Navidad en un entorno natural espectacular.
Situado en la falda del castillo de Tona, este pesebre transforma el bosque en un escenario mágico, con escenas que combinan personajes auténticos y efectos especiales de luz y sonido, creando una atmósfera encantadora que fascina tanto a grandes como a pequeños.
5El Belén Viviente de Peralada, un pueblo de belén
Se puede observar en directo la habilidad de diversos artesanos, como cesteros, bordadoras, hilanderas, canteros, herreros y una castañera, todos trabajando con pasión por mantener vivo el patrimonio cultural.
6Belén Viviente en La Pobla de Montornès, donde un pastor hace de guía
7El Belén Viviente de Corbera, uno de los más visitados de Catalunya
El visitante pasea por un recorrido de 700m, guiado, mientras escucha una narración contemplando, en plena naturaleza, bosques y ríos... bajo el marco natural e incomparable de la Penya del Corb. Toda esta experiencia ocurre en el momento en que el visitante se adentra dentro del pesebre y entonces también forma parte del pesebre.
8Santa Pau, un pueblo de pesebre con un belén viviente
El pesebre viviente se representa dentro del conjunto histórico de Santa Pau, un decorado perfecto. Algunas de las escenas son bíblicas y otras populares, que representan los oficios y vivencias del día a día de Santa Pau.
9El Belén Viviente de Prats de Rei, el más musical
Este belén es singular porque se trata de un belén teatral, los actores hablan de viva voz y tiene música propia. Es el único belén de Catalunya con banda sonora original.
Las calles y plazas de la villa se transforman en un gran escenario y, ayudados por la magia del guión y de unos decorados espectaculares, viajamos en el tiempo y nos transportamos hasta la antigua Palestina.