Pasamos un fin de semana durante la Feria de la Ascensión: Conocemos a Patufet, redescubrimos oficios antiguos, hacemos el payaso, observamos insectos, tortugas y mariposas, entramos en un refugio anti aéreo y paseamos por Can Cabanyes
Precisamente hemos aprovechado la excusa de esta feria que este año ha estrenado un nuevo modelo con un claro protagonismo hacia la economía verde y circular, basada en la mejora del bienestar de la ciudadanía, la reducción de riesgos ambientales y el consumo eficiente de los recursos para realizar una escapada de fin de semana en familia a Granollers. Como sabéis, todo lo relacionado con la conciencia verde nos interesa muchísimo.
Ya tenéis un buen motivo para visitarlo en fin de semana y redescubrir Granollers.
Día 1 | Vamos al centro: visitamos al Patufet, entramos en el Refugio antiaéreo y observamos insectos en el Museo de las Ciencias Naturales
También observamos cómo se hacían las cestas, se arreglaban zapatos o se construían figuras de dragones, princesas y caballeros.
Hablamos con los paradistas porque si algo nos gusta, es precisamente el contacto con la gente de la zona y conocer de primera mano sus experiencias. Somos de aquellos que escuchamos a los abuelos en las plazas del pueblo; empezamos hablando del tiempo y acabamos hablando de mil historias. Y de una forma completamente inconsciente, nuestro hijo socializa con todos.
Patufet, ¿dónde estás?
Y allí lo encontramos, sentado debajo de una col, junto a la cesta donde lleva la comida para su padre. ¡Nil lo observa en silencio, perplejo, y lo que más le llama la atención es que lleva zapatos!
Vamos sin prisa, así que nos quedamos un buen rato.
Explicar la Guerra Civil a un niño de tres años es una de las mil cosas que no sabemos hacer. Así que le decimos que vamos a visitar un sitio donde la gente se escondía y que se encuentra bajo tierra. Y evidentemente llega la pregunta: - ¿Y por qué se escondían? Nuestra respuesta fue corta: - se escondían porque debían esconderse. (Ya nos perdonarán todos los profesores de historia).
Hemos visitado bastantes refugios y éste nos sorprendió. Posiblemente porque Granollers es una ciudad grande, nos imaginábamos también un refugio mucho mayor. Sea como fuere, la experiencia de visitar un refugio siempre remueve. Durante la Guerra Civil en Granollers hubo más de una treintena de refugios antiaéreos.
Actualmente se pueden visitar el refugio del Ayuntamiento, de tipo galería, y el refugio de la plaza Maluquer i Salvador, el único de tipo celular que hubo en la ciudad, donde los departamentos están comunicados entre ellos y dan a un pasillo común. La superficie construida es de unos 154 m2 y tiene una capacidad de aproximadamente 450 personas. Conserva uno de los cuerpos de escaleras de acceso a la parte de poniente y un tramo del túnel galería que lo conectaba con la escuela Pereanton, para que los escolares tuvieran acceso directo.
¿Dónde están los cerdos?
Y después de comer, vamos a ver insectos
Entramos en el Museo de Ciencias Naturales y lo primero que preguntamos es si tienen algún banco donde podamos sentarnos con Nil para que descanse i haga la siesta. ¡Y qué suerte! En el Museo de Ciencias Naturales hay un jardín con unos bancos, una balsa donde vive una gran colonia tortugas; todo rodeados de árboles y del canto de los pájaros. Casi como en casa. ¡Un oasis de tranquilidad en pleno centro de la ciudad!
Subimos al piso de arriba donde hay otra exposición permanente: Tú investigas, donde una gran nube de mariposas nos da la bienvenida. Está dirigida a un público familiar y nos acerca a la ciencia, nos despierta la curiosidad por investigar y tratar la naturaleza como si fuera un tesoro. El Museo de las Ciencias Naturales de Granollers es un espacio pensado para niños y niñas, donde tienen diferentes actividades y propuestas en función de la edad para pasar un rato muy entretenido en el museo y con una combinación ganadora: jugar y aprender a partes iguales.
Es hora de merendar y de hacer el payaso
Nos integramos dentro del público e incluso encontramos una silla para sentarnos. Rápidamente, la payasa Bleda nos transporta a un mundo paralelo, donde no hacen falta palabras para entendernos, sólo una mirada y una sonrisa.
¡La payasa busca un voluntario entre el público y bingo! Ya tenemos a Sergi, el padre de Nil, en el escenario jugando al tenis con la payasa y con una pala para matar moscas como raqueta. Dejamos el listón muy alto durante nuestro primer día en Granollers.
Día 2 | Naturaleza, juegos y feria de la Ascención
Nos recomiendan un paseo por el Espacio Natural de Can Cabanyes, que está situado a las afueras de Granollers, casi junto al Circuito de Montmeló. Es precisamente lo que estábamos buscando, un sitio para estirar las piernas y que Nil pueda correr un poco con la bici. Encontramos balsas de agua y un espacio con diferentes juegos infantiles y una tirolina.
Uno de los platos fuertes, por la tarde del domingo
Encontramos espacios de empresas que apuestan por una economía verde y circular, que reducen los riesgos ambientales y defienden un consumo eficiente de los recursos.
También descubrimos tractores pequeños y ahí estamos nosotros, haciendo cola para que Nil subda. Después, aprendemos a ordeñar una vaca y justo al salir, Nil nos dice que aquella vaca era en broma porque de las tetas de la vaca salía agua, y no leche. Vamos bien, pensamos nosotros, efectivamente, las vacas dan leche.
Después de estas cinco atracciones le damos las gracias a la feria porque nos lo hemos pasado superbien y también le decimos adiós. De camino hacia el coche, nosotros también nos despedimos de Granollers, una ciudad que hemos redescubierto a través de la mirada y de las actividades que hemos hecho en familia.